Después de perder con Federer en el Master de Londres, Djokovic sabía que se le venía algo más importante, la final de la Copa Davis contra Francia en el Beogradska Arena de Belgrado. Había tal efervescencia e ilusión de ganar por primera vez la Davis en ese país que las entradas para los partidos se agotaron 3 semanas antes del mismo.
No fue un gran año para Djokovic en los torneos grandes. Eliminado en cuartos de Australia y Roland Garros, ambos partidos en 5 sets. Berdych fue su verdugo en semifinales de Wimbledon y Nadal en la final del Abierto de Estados Unidos. Con un panorama poco alentador se acercaba el cierre del año, parecía ser intrascendente. La única opción de salvarlo era la tan ansiada Ensaladera de Plata.
Antes de repasar la final de la Davis no dejemos de lado ni le quitemos mérito al histórico encuentro de semifinales en el que Serbia superó a Republica Checa en 5 partidos. Contra todos los pronóticos, más por su irregularidad que por falta de virtudes, Janko Tipsarevic le ganó en 3 sets al experimentado Radek Stepánek en el último partido de la serie.
En todas las eliminatorias Djokovic fue el limpia parabrisas, un bombero. El primer partido se lo llevó Francia, aquel que había salvado a Serbia en semifinales perdió el primer choque ante Gael Monfils, hasta cierto punto era una derrota lógica, estaba en los planes. Venía el momento de Djokovic, parecía más duro de lo que finalmente fue, victoria simple en tres sets sobre Gilles Simon.
Llegaba el “sabado de dobles”. La pareja que en el 2007 ganó Wimbledon, Arnaud Clemont- Michael Llodra se impuso de manera dramática a Viktor Troicki - Nenad Zimonjić en cinco parciales.
El domingo nuevamente tenía como protagonista al hombre de la película, al que siempre se disfrazó de héroe, al que nunca tuvo miedo de asumir las responsabilidades, en definitiva ganó. Toda la responsabilidad recaía en Viktor Troicki que definía el último partido contra Michael Llodra. Imagino que conocen el resto de la historia, así que me ahorraré un poco de tiempo.
Lo que venía luego para “Nole” ni el más optimista de sus fanáticos lo hubiese podido prever. Copa Davis, Abierto de Australia, Dubai, Belgrado, Indian Wells, Miami, Madrid y Roma, en ese orden son los títulos que ha ganado a lo largo del año.
Roma 2011
Nadal salió con cara de perro a la final, lo quería cocinar para después comerlo, pero Djokovic es de fierro, resiste todo. Ni las 3 horas previas, ni la presión de mantener el invicto, y ni siquiera la acumulación de partidos pudieron contra el serbio que extiende su racha a 37 partidos.
Más allá del resultado el partido fue un lujo. El mallorquín llegaba como favorito al encuentro por el desgaste que había tenido Djokovic en semifinales ante Andy Murray. La tónica del partido lo obligaba al serbio a jugar puntos cortos, no trabajar mucho y no hacer grandes recorridos para poder resistir los embates del español.
Nadal por su parte buscaba totalmente lo contrario, hacer los puntos largos y pretender el desgaste de su rival principalmente jugando con mucho efecto al lado del revés del serbio, pero por momentos fueron golpes sin sentido en los que su contrincante podía resolverlos sin ningún problema.
El 6-4, 6-4, reflejó el momento del actual 2 del mundo, alguien que parece jugar ajedrez en lugar de tenis. Su servicio dejó de ser un obstáculo, ahora es su aliado, y su físico no es más el mismo de hace un par de años. Formulas que lo han hecho en este 2011 el mejor del mundo, más allá que el ranking no refleje tal condición
Ya no depende de más resultados para ser el monarca del tenis mundial, le basta con llegar a la final de Roland Garros, independientemente de lo que haga Nadal, para al fin obtener el ansiado y complicado número 1 del mundo.
Dato: Djokovic se convirtió en el primer jugador que en un mismo año vence a Nadal dos veces en arcilla.
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