25 mar 2011

El caso Andy Murray



Andy Murray es así, debuta en Indian Wells ante el número 143 del ranking, el estadounidense Donald Young. El público estaba con él y yo no hize nada por animarme, se lamentó el británico al final del partido. Que es lo que pasa con el escocés, cual es la causa por la que uno de los integrantes de los que la prensa deportiva llama los "4 fantásticos" no termina de consagrarse, como si ya lo ha hecho el serbio Novak Djokovic. Por qué no coronó ni un Grand Slam y ni siquiera ganó un set en este rubro? Acaso presión familiar, miedo a ganar, donde está la respuesta.
Nació en un barrio de clase media en Dunblane, Escocia. Cuando irrumpió en el circuito sorprendió a todos por su gran sensibilidad con la raqueta y no tardó mucho tiempo en convertirse en la tan ansiada promesa del tenis británico. Parecía que era el hombre que por fin le daría un "grande" a las islas desde que lo hiciera Fred Perry allá por 1936. Cuando Murray llegaba a la final del Us Open muchos se ilusionaban con una coronación. La primera oportunidad pasó, pasó de largo, victoria clara para Roger Federer en 3 sets. Segunda final, esta vez en Australia, otra vez ante el suizo, perdió, está vez se quebró. Tercera final de un Gran Slam para el escocés y tercera derrota en 3 parciales, esta vez con Djokovic en el Abierto de Australia.
En cada una de las finales que disputó Andy su tenis desapareció, sin fuerzas, un fantasma, una caricatura, una mala copia de sí mismo. Los Grand Slams sin duda son torneos reservados para los elegidos, pero llegar a jugar una final también es una meta soñada?
Sumada la presión de no haberse coronado aún en un grande, Murray carga con algo peor, la leyenda de Fred Perry, los británicos no ganan un "mayor" desde 1936 y todo el peso, hoy por hoy, recae en él.
Un caso en el que Murray puede reflejarse es en Iván Lendl que perdió sus 4 primeras finales y finalmente en 1984 pudo ganar en Roland Garros y así dio fin a su maleficio entre los grande, podrá Murray hacerlo?
Se sabe que por más oscuridad que alla, un día el horizonte se ilumina y los fantasmas con esa luz, se van.

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